domingo, 29 de noviembre de 2015

CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS (ENRIQUE JARDIEL PONCELA)

Cuatro corazones con freno y marcha atrás
Enrique Jardiel Poncela




FICHA TÉCNICA

Título: Cuatro corazones con freno y marcha atrás
Autor: Enrique Jardiel Poncela
Editorial: Vicens-Vives
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 176
PVP: 8,75 €






ENRIQUE JARDIEL PONCELA

Enrique Jardiel Poncela. Un autor desconocido para las generaciones actuales, aunque curiosamente en escena suele haber una obra suya (Eloísa está debajo de un almendro es un clásico de la programación teatral madrileña)


La contraportada de la vigésima sexta edición (19-II-2001) de la Colección Austral de Eloísa está debajo de un almendro, nos dice a propósito del autor:

«Incomprendido y atacado por casi toda la crítica de su tiempo, Enrique Jardiel Poncela conoce ahora, al amparo de la reivindicación de las vanguardias, un creciente reconocimiento. Su propósito era romper con las formas tradicionales de lo cómico, atadas a lo real y a lo verosímil. Frente a ello, Jardiel busca que en su tetro fluya de continuo lo inverosímil.
(…)
Aportó a la escena un humor, de raíz intelectual, que sirve de hilo conductor al absurdo lógico.»


Aunque me consta que Jardiel Poncela es un autor bastante desconocido para las generaciones actuales, no es mi caso. No estoy presumiendo con ello de erudito, sino que hay historias personales ligadas a este autor, pues una anécdota muy repetida en mi casa es que, mientras yo nacía, mi padre que es un gran aficionado a leer teatro, estaba leyéndose las obras completas de Jardiel Poncela.


A pesar de haber muerto muy joven, sin haber llegado a cumplir los cincuenta y un años, su obra es extensa, pues además de sus piezas teatrales, también tiene en su haber alguna novela, novelas cortas, colaboraciones en prensa, narrativa breve, guiones cinematográficos (varias de sus obras han sido llevadas al cine)






Maldita inmortalidad


ARGUMENTO

HORTENSIA.-«Querida Hortensia: La felicidad es nuestra, porque he triunfado.»
VALENTINA.—Lo mismo que le dice en la otra carta a Ricardo.
HORTENSIA.—Y agrega: «Podemos reírnos del pasado, del presente y del porvenir…»

Eso es lo que creen, que pueden reírse del tiempo, que amar para toda la vida puede dejar de ser una frase hecha para convertirse en una realidad, porque han encontrado el modo de hacerse inmortales.

¿Será la inmortalidad tan apetecible como creen?






CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS

Esta es una comedia típica de Enrique Jardiel Poncela, con un arranque de lo más disparatado (un cartero que lleva todo el día esperando en una casa a que alguien le haga caso para entregar un envío), intentando enterarse de que pasa en aquella casa, para convertirse en un disparate de otro tipo: el acceso a la inmortalidad.
Y es a propósito de la inmortalidad donde el autor, sin perder en ningún momento el sentido del humor, nos ofrece una reflexión sobre qué es la vida, cuál es su sentido y las supuestas bondades de poder ser inmortales.
Se ama la vida porque se sabe que va a concluir, pero cuando se sabe que no va a concluir, se la odia. Por eso la odiamos nosotros. La vida, que es movimiento constante, para nosotros se ha parado indefinidamente, y en lugar de correr como un río, se ha estancado como un charco. Somos corazones con frenos; a fuerza de saber que ellos latirán siempre, tenemos la impresión de que no laten ya. En realidad, es como si no tuviéramos corazón.

Un humor por el que parece no haber pasado el tiempo. Es más, hay cosas que parecen totalmente de ahora, como si se hubiese adelantado al tiempo, cuando nada más lejos de la realidad.
Baste como ejemplo este diálogo sobre el futuro de los carteros por culpa del telégrafo. Si sustituimos la palabra telégrafo por Internet, es la situación que estamos viviendo ahora:
CORUJEDO.—Y que hay países donde han empezado a usar un chisme que le dicen telégrafo, y que consiste en mandar cartas por la electricidad.
EMILIANO (Dando un salto.).—¡¡No!!
CORUJEDO.—Sí, señor; sí.
EMILIANO.—Cállese, cállese, caballero… (Le tapa la boca.) CORUJEDO.—¿Eh?… ¿Pero?…
EMILIANO.—Hágame el favor de callarse, que si se enteran de eso aquí, en España, me quedo sin empleo. ¿No ve usted que soy cartero? En cuanto empiecen a mandar las cartas por la electricidad, sobramos nosotros.

Una obra de teatro con numerosos personajes con una intervención de los mismos muy repartida, por lo que en el fondo son todos ellos los protagonistas, especialmente los cinco que alcanzan la inmortalidad. Una inmortalidad que en un momento dado han de decidir si se queda así o, en una vuelta de tuerca a la situación, puede revertirse.

Y es aquí donde nos encontramos con el antecedente de la famosa película protagonizada por Brad Pitt: El curioso caso de Benjamin Button, donde un niño nacía viejo para irse haciendo cada vez más niño.






IMPRESIÓN PERSONAL

Enfrentarse a una obra de Enrique Jardiel Poncela es tener asegurada la risa, siempre y cuando te guste el humor disparatado, como es el caso de este autor. Bien es verdad, que parte de la comicidad de sus obras se pierde en el papel, pues no se trata solo de gracias escritas, sino que muchas de sus escenas son gags muy visuales en los que imagen y texto van muy unidas. Es como si en vez de ver una película de los hermanos Marx, leyeses el texto de la misma.
Era esta una obra que hace ya tiempo tenía ganas de leer, pues en mi recuerdo permanece de cuando era muy crío la versión que de la misma se realizó para Estudio 1, aquel mítico programa de TVE.






VALORACIÓN: 8/10








LA OBRA

Podéis encontrar con facilidad la versión que de esta obra se realizó para TVE. Una obra que, al margen del texto, hoy día al revisarla me llamó la atención por el reparto tan bueno que tenía: Teresa Rabal, Ismael Merlo, Amparo Baró, Luis Varela y Pablo Sanz en los principales papeles.


En youtube podéis encontrarla







7 comentarios:

  1. Lo leí en el instituto. Qué recuerdos! Yo lo tengo con la segunda portada.
    Besos!

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  2. ¡Cómo me gustaba ver teatro en la tele! Recuerdo que disfruté mucho con esta. Estaría bien leerla, no me prodigo mucho con teatro, una buena obra para cambiar. Saludos.

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  3. Debo reconocer que podría contar con los dedos de una mano las obras de teatro que habré leído. Sí, lo sé... lo que me estoy perdiendo! Creo que debería poner remedio ;) Tomo nota del título.
    Gracias por tu reseña. Besos

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  4. "Eloisa está debajo de un almendro" es una mis obras de teatro preferidas de este autor. Siempre viene bien recordar a Jardiel Poncela cuando se busca algo inteligentemente divertido. Bss

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  5. Adoro a Jardiel Poncela y he leído muchísimas de sus obras de teatro, las tengo todas, pero especial debilidad por esta pequeña joya que he releído varias veces porque es genial, fantástica, divertida .... También la he visto en teatro en la tele, hace muchos años , pero como su lectura ninguna y me ha vuelto a picar el gusanillo y tengo que releerla de nuevo
    La recomiendo siempre.
    Disfrutad mucho con ella¡¡¡

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  6. A ver si leo pronto esta obra, que Jardiel Poncela me encanta.
    Un beso!

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  7. Pues de entrada no me llamaba, pero después de leerte me la llevo =)

    Besotes

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