viernes, 30 de diciembre de 2016

ENCUENTRO CON JUAN MANUEL DE PRADA

El pasado lunes 19 de diciembre, tuvo lugar en la sala Chester del Hotel Only you, un lugar muy coqueto del centro de Madrid, un encuentro entre un reducido grupo de blogueros y Juan Manuel de Prada para conversar sobre su última novela publicada: Mirlo blanco, cisne negro.

Esta es una crónica que recoge parte de lo que allí se habló. Un encuentro que se prolongó durante casi dos horas y media, aunque lo cierto es que hubiéramos seguido gustosos hablando más tiempo con el autor, porque cuando te pones a hablar con alguien con quien compartes una misma pasión, los libros, el tiempo vuela.

Un tema recurrente a lo largo de toda la charla fue la crisis editorial por la que atraviesa nuestro país. Así comenzó diciéndonos que las editoriales han perdido doscientos millones de euros este año.

Lo primero que le preguntamos para arrancar y entra en materia fue su opinión sobre los blogueros, que aparecen al principio de la novela con tres comentarios no muy elogiosos precisamente.
Nos confesó que está poco tiempo en internes, pero que ha visto que hay de todo como en botica. Con gente que lo hace muy bien y gente que lo hace muy mal. Le parece que la labor de divulgación que hacen los blogueros es muy laudable y cree que necesaria.
Toda la crítica que hace en la novela contra los críticos es real y la hace por servir a intereses no literarios. Los blogs, puede ocupar su lugar, porque la importancia que le da a la literatura, tanto la prensa escrita como la digital, es cada vez menor. Hoy es cada vez más difícil que te hagan una entrevista para hablar de literatura, porque con la crisis de la prensa y la necesidad de vender periódicos para sobrevivir, los periódicos tradicionales creen que a la gente lo que le interesa la política, mientras que los digitales buscan el sensacionalismo.
Nos decía que nosotros, los blogueros, venimos a ser los críticos de hoy y de mañana, que es bueno que existan para ayudar a orientar a los lectores.

En Mirlo blanco, cisne negro, se habla mucho de los críticos. Uno de los errores de la crítica tradicional fue usar ese oficio para hacer guerras literarias. Además, los suplementos literarios fueron muy sectarios, sirviendo a intereses editoriales e ideológicos, que en algunos casos iban unidos de la mano en el periódico que les pagaba. Una crítica de uno de los más prestigiosos suplementos (se refiere a los años 80-90) podía significar si era positiva que un libro desconocido disparara sus ventas, o en caso de ser negativa, que no se vendiese.
Era una época en la que se movía mucho dinero, con anticipos muy jugosos, porque las ventas lo eran. Él, que no se considera precisamente un autor de grandes ventas, cuando firmó el contrato de La tempestad, novela con la que ganó el Premio Planeta 1997, firmó una cláusula por la que no cobraría derechos de autor hasta haber vendido 500.000 ejemplares. Y cobra dichos derechos, nos dice.
Esas cifras hoy día son muy difíciles de alcanzar, porque un libro raramente llega a los cien mil ejemplares. Los libros de grandes ventas han visto caer sus cifras en picado.
A eso hay que sumar que algunos de los libros más vendidos son de “famosos” contando sus supuestas vidas. Aunque por otra parte, las editoriales gracias al dinero que ganar con esos libros, pueden publicar otros.


Inevitable preguntar por lo que hay de él en cada personaje.
En los dos escritores protagonistas hay cosas que son de él y cosas que no lo son. Alex y Octavio son dos personajes completamente opuestos. Alex vive fascinado por el éxito, mientras que Octavio es un misántropo y probablemente por eso vive al margen del público.
En cuanto a Alex al que se define como mesetario, Prada nos comenta que él ganó el Planeta cuando vivía en Zamora y fue entonces cuando vino a Madrid, después de “triunfar”, no antes como hace Alex. Por eso su experiencia no es semejante.
No tenía tanto de Madrid y por eso el éxito relativo lo vivió sin la tensión con que lo hace Alex.
(A proposito de las semejanzas, no deja de ser curioso lo que la propia editorial nos comenta en el dossier de prensa, pues el argumento de Madonna es semejante al de La tempestad, con la que el autor ganó el Premio Planeta y El arte de pasar hambre, la primera novela de Saldaña, guarda parecido con Las máscaras del héroe, la primera novela de Juan Manuel de Prada. También una de las novelas de Prada se llama Me hallará la muerte y la que escribe Saldaña Volverán banderas victoriosas, dos fragmentos tomados del himno falangista Cara al sol)

 A la hora de hablarnos del estilo literario, nos dice que es estilo es la huella dactilar del escritor, la radiografía de su alma. Si cogiéramos una obra de Valle Inclán y la escribiéramos con el estilo de Baroja, sería un bodrio.

¿Estilo sencillo o alambicado? (¿El estilo de Álex o el de Octavio?)
Cada autor debe buscar su estilo. Es la búsqueda de la luz propia. Por eso lo de Octavio Saldaña es un disparate, al intentar transformar la sencillez en algo rebuscado.
Por otra parte, el autor evoluciona con la edad. Normalmente la evolución es a menos barroquismo. Además, el conocimiento del alma humana la dan los años, de ahí también la evolución con la edad a hacer personajes más complejos.


¿Cambiaría algo de la novela?
Si pudiera volver atrás cambiaría el enfoque publicitario, esa faja promocional de la novela que dice: «Un ajuste de cuentas conmigo mismo y con el mundo editorial». Da a entender un ataque al mundo editorial cuando en realidad se refería más a un saldo, a una necesidad de mirar el debe o el haber. Él se ve ya viejo. Lleva veintidós años publicando libros, alguno más viviendo de la literatura y aún más sabiendo que su vocación es la literatura, una vocación con la que ha vivido muchas cosas y pasado por muchos estados de ánimo. Es ahora cuando la alcanzado una frágil serenidad.
Sintió que podía hacer una recapitulación de su vida y en lugar de una autografía, intentó a través de esos dos personajes mostrar dos modos diferentes de sentir. En ese sentido es el ajuste de cuentas.
Hay juicios duros contra él mismo a través de los protagonistas. Pero en la novela se golpea a tipos humanos, no a personas concretas, que es justo lo que todos parecen haber ido buscando con esa faja, poniendo nombres y apellidos reales a cada uno de los personajes que sale.
Puestos a buscarlas, hay semejanzas. Por ejemplo Umbral era hijo de madre soltera y tiraba libros a la piscina, pero eso no quiere decir que Saldaña sea Umbral.


Mirlo blanco, cisne negro comienza pareciendo una novela satírica y un tanto barroca y luego no va de eso, Es una historia de relaciones humanas.
Le ocurre con casi todos sus libros. Hace una literatura barroca y la toma de contacto suele ser al principio un poco dura, pero al avanzar, los lectores la van encontrando más sencilla.
El comienzo de Mirlo blanco, cisne negro es como un plano panorámico mostrando el mundillo literario. También se arrepiente de ese principio de sátira literaria, porque luego la novela no es nada de eso.


¿Álex es inocente o busca el éxito a toda costa?
La intención del autor es sembrar la sospecha, aunque en el epílogo da a entender claramente lo que piensa de él. Podemos verlo ya desde el primer capítulo como un trepa.


¿Cuál es su relación con otros escritores, noveles o consagrados?
Le gusta la relación con los escritores nuevos, porque es una transfusión de entusiasmo con la literatura, pues a medida que pasan los años te va comiendo el oficio. Te transmiten el ardor por la literatura.



Salón del Hotel Only You
El auténtico lector es ecléctico. El lector de un solo libro es peligroso. Él se formó leyendo libros muy diversos y ahora salta de contemporáneos a clásicos, salvo las interferencias con los libros que está leyendo y que le obligan a un determinado tipo de lectura como documentación. Esa variedad le permite disfrutar con escritores muy diversos.
Nos confesó que empezó a leer en la biblioteca como Saldaña, siguiendo las estanterías por orden alfabético. Durante años se preció de leer un libro el día.
A medida que te haces más escritor, te haces menos lector.


Le preguntamos por la Generación Nocilla de la que habla en la novela. Nos dijo que la Generación Nocilla fue un grupo de escritores de su generación, pero surgieron una década después de que él empezara a escribir. En realidad no engloba a nadie. Lo hace en forma irónica pero sin referirse a nadie en concreto.

Escogió como protagonistas a un autor más joven y a otro más viejo, para que no se viera como una imagen autobiográfica, pues ninguno tiene su edad.


Por último nos confesó que su ilusión hubiera sido poder hacer una serie de novelas que abarcaran la historia del siglo XX, partiendo de la pérdida de las colonias (ya lo hizo con Morir bajo tu cielo en el que trató el tema de los últimos de Filipinas, tan de moda ahora con la película) y seguir por la semana trágica hasta la actualidad.


(Por cierto, las croquetas que nos pusieron estaban muy ricas)




 
FICHA TÉCNICA

Autor: Juan Manuel de Prada
Editorial: Espasa, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 439
PVP: 21,90 €

2 comentarios:

  1. Estupenda crónica! Éste era un libro que al principio no me llamaba la atención, pero estoy empezando a sentir mucha curiosidad.
    Besotes!!!

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  2. Un gran encuentro que pese a su duración se hizo corto, podríamos haber seguido mucho más. Besos

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